Las flores son el mejor adorno que puede haber en cualquier lugar.
Flores en jardines públicos, o en el jardín de la propia casa, o en una maceta, o en floreros, siempre adornarán nuestro hogar. En la oficina también se tiene, casi siempre, una flor.
En las fiestas, adornamos con flores las mesas. En las bodas, bautizos, fiestas de quince años, siempre hay flores.
Los ramos de las novias o de las quinceañeras, siempre están hechos con gracia y dulzura. Hay corsages, con flores pequeñas, para que se coloquen en el vestido de las invitadas a cenas o comidas de festejo.
Hay arreglos para la mujer que acaba de traer un bebé a este mundo. Los novios les regalan flores a sus novias. Hay arreglos para decir te amo, o para pedir perdón. Hay otros para desear pronta recuperación a un enfermo.
Hay arreglos florales verticales, triangulares, en forma de media luna o de luna creciente, los hay redondos o en forma de abanico. Hay centros de mesa, o especiales para una mesa de bufette, para la recepción de un hotel o para un altar en la iglesia. Los hay pequeños y discretos o monumentales.
Los hay de colores propios para la mañana, para la tarde o para la noche. Para interiores o exteriores, según la luz que domine el sitio.
Las flores son el lenguaje que la naturaleza nos ofrece para comunicarnos, con quienes amamos y cada estación tiene sus flores características. Por ello inicié hace un tiempo una recopilación de los datos de las flores más conocidas y sus características, formando una especie de diccionario floral que se puede consultar aquí mismo.
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